Meditando
¿Qué
es una meditación guiada?
Una
meditación guiada consiste en usar el poder de la mente para visualizar una
situación, con la ayuda del "guía" (en éste caso John Curtin) que
conduce a los participantes por un determinado recorrido mental. Las
meditaciones guiadas encajan perfectamente dentro de nuestro concepto occidental
que parece necesitar una estructura y forma dentro de un trabajo energético o
espiritual, aparte de la posibilidad de alcanzar metas concretas.
Otra
ventaja de éste tipo de meditación es que el trabajo mental activa nuestro
lado energético. En otras palabras, lo que creamos con la mente se convierte a
un nivel más profundo en un trabajo energético, consiguiendo así un resultado
más profundo y efectivo. Además, se puede elegir el nivel al que se desea
trabajar. Quiero decir que si sólo deseas reducir tu estrés o relajarte después
de un día laboral, ¡adelante! Experimentarás un bonito "paseo
virtual" para relajarte y olvidarte del estrés durante una hora. Pero si
tu meta es ahondar en tu "ser interior" y explorar tus caminos energéticos
y/o espirituales, te aportará mucho en ese sentido.
Categorizar las variedades de meditación es difícil. No obstante, dentro de las tradiciones religiosas esto resulta siempre más sencillo, si bien hay que notar que la meditación no tiene por qué tener trasfondo religioso, sino que es simplemente una herramienta.
Si
durante el día está usted alerta, si está atento a todo el
movimiento del pensar, a lo que usted dice, a sus gestos -cómo
se sienta, cómo camina, cómo habla- si está atento a sus
respuestas, entonces todas las cosas ocultas salen a la luz
muy fácilmente. En ese estado de atención lúcida,
despierta, todo es puesto al descubierto.
La mayoría de nosotros está inatenta. Darse cuenta de esa inatención, es atención.
La mayoría de nosotros está inatenta. Darse cuenta de esa inatención, es atención.
Es
preciso estar atento al desorden que hay dentro de uno mismo,
atento a las contradicciones, a las luchas dualísticas, a los
deseos opuestos, atento a las actividades ideológicas y a su
irrealidad. Uno ha de observar "lo que es" sin
condenar, sin juzgar, sin evaluar en absoluto.
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